buenos días

...te favorece tanto estar callada...



...antes de salir al último viaje...el top tirado en la cama me recuerda que hoy al menos 5 personas se acordarán de mi cuando quieran doblar el tronco...conté despacio y con la voz firme, que no admitía protestas ni dudas, con ese tono que sólo utilizo cuando me convierto en un robot y pongo el piloto automático, 50 minutos que me sirvieron para sacar por la boca esa frase "diez más" que me repito mentalmente tantas veces, cuando no puedo más...en realidad no lo hice por ti, niña guapa, lo hice por mi, por vaciarme con el doble de esfuerzo que supone hablar mientras repito con vosotras la rutina una y otra vez, y me mirais con cara de susto, el gesto contraído y el reloj que parece no avanzar...exprimirme me ayuda a no pensar en lo que viene hoy, en las horas de silencio que llegarán pronto, en esa autopista que ya he recorrido demasiadas veces...
...y, sin embargo, yo no estoy cansada...lo estaré cuando la adrenalina me abandone y me quedaré tirada, escuchando canciones que hablan de despedida, y de volver a empezar, y de aguas, y de "Nadadora"...me he levantado con el cabello revuelto, cada mechón por su lado, como si fueran la prolongación de los pensamientos que se escapan de lo que hay bajo el cuero cabelludo y la calota ósea...hoy será un día puente, de cerrar esa historia triste, tan mal resuelta, tan de fin de libro cuando te dicen que no puedes sobrepasar el número de caracteres establecidos...
...antes de ir a por tí, mi niña guapa que ya no estás, sólo decirte que yo sé que sabías quiénes éramos aunque nunca pudiste hablar y que entendí tus sonrisas en muecas torcidas y tu alegría en espasmos incontrolables...resististe 51 años cuando nadie te daba más de 3, luego más de 8, luego más de 15, luego dejamos de contar...una luchadora de la vida que para la mayoría no tendría sentido, y que a mi me ha enseñado que los científicos también se equivocan, y que el cuerpo aguanta lo indecible...una superviviente y una gladiadora, y un alma que existía, y que tuvo que sufrir para nada, y que ahora, por fin, descansas, qué guapa eras, qué bien te vi en esa última despedida, aunque fuese en un pasillo, en toda tu largura, yo que no te recordaba sino contraída o sentada en la silla de ruedas, o en el sillón adaptado...por fin descansas, es la primera vez que lloro de verdad por esto...Carmencín DEP...