martes, 16 de diciembre de 2008

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...cualquiera que me conozca un mínimo sabrá de mi franca alergia hacia los personajes que visten bata blanca...¿será por eso que, a pesar de pertenecer al colectivo sanitario, siempre utilizo pijamas de colores?...

...cumplo con la rutina intentando pensar en otra cosa, olvidando la alegría del sábado e ignorando la decepción del domingo...simplemente me dejo hacer, sin protestar, intentando aguantar la cara de nada...la desnudez en el espejo, las cintas métricas, la báscula, los aparatos de tracción, los electrodos, las armas, en definitiva, que hieren, más por lo que significan que por lo que hacen...pongo en práctica todas las estrategias de control del dolor, bloqueando la mente, haciendo ese ejercicio durante unos minutos que se me hacen eternos...al final, como siempre, es la lágrima que ya no puede aguantar más en la cuenca del ojo la que marca el final de la sesión...y, como dice NV, "nunca más, hasta la próxima vez"...

...todo se pasa, y esto también...

2 comentarios:

__ dijo...

Me dejas poco espacio, pero busco el resquicio y te escribo, un poco ahogado y un poco justo, pero suficiente para enviarte palabras de comprensión.

El recuerdo y la nostalgia son mis muletas, pero la dosis de melancolía me sigue tumbando y el alcohol me sigue levantado...

No sé que decirte, no sé que ofrecerte, más que unos mensajes binarios que te llegan desde la mayor deshumanización que haya inventando el ser humano: las teclas.

Y sin embargo te quiero a mi manera, Ignacio

Elyse dijo...

soy muy torpe a palabra viva...pero gracias a las manos puedo decir todo lo que sería incapaz de gritar...
recibo tu abrazo día a día, un abrazo que me reconforta, y que es sincero porque escapa a todas las normas de la corrección formal que impone la presencia física...
gracias por estar ahí siempre, de forma incondicional, aunque yo, en muchas ocasiones, no sepa corresponder