domingo, 21 de diciembre de 2008

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...escucho de nuevo esa canción de Señor Mostaza, la de "Somos poco prácticos"...y no puedo dejar de pensar en esa frase que me dices al menos una vez al mes, cuando me tiro en plancha en la cama, y agarro la almohada con las dos manos y te digo cosas tontas como "quiero dormir hasta que me harte" o "vamos a bailar" o algo aún más estúpido, como "quiero otro vaso de vino y otro más"...porque inevitablemente luego el reset mental se ocupa de poner las cosas en su sitio, y miro la agenda y lavamos toda la lycra junta, y me recuerdas que los días tienen 24 horas, un pequeño detalle que suelo olvidar...sí, tú siempre me dices "lo quieres todo, y todo no se puede", y entonces yo me enfado y refunfuño y me tomo el analgésico, y me abrazas y me preguntas por las cosas que no te interesan, aunque parezca que sí...y acabo quedándome dormida aún a medio desvestir...y sí, somos poco prácticos, pero la felicidad no tiene nada que ver con ser práctico, ni objetivo, ni ordenado...sí, soy poco práctica, hago mis recados en orden inverso de importancia, y me voy directa a la piscina sin pasar por casa a encender la calefacción aunque luego me saluden los pingüinos desde el rincón del salón, y compro un montón de comida que inevitablemente caduca...y sí, somos poco prácticos, y decoramos botes de nesquik con papeles de colores en los que guardar las chapitas, y ponemos un árbol de navidad enorme y lo decoramos con millones de adornos, y nos pasamos la tarde sólo mirándonos cuando habría que ordenar la casa...

...somos poco prácticos...¿y qué?...

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