...yo, cada equis tiempo, lloro...pero con ganas...y durante un buen rato...no sé si soluciona algo, pero cuando acabo de llorar me siento un poco más ligera...tal vez sea culpa del vino, o del calor artificial, o de las canciones deprimentes que me encanta escuchar...tal vez solo libero el exceso de agua...el caso es que lloro, y, para bien o para mal, el estado de nada que sigue a ese arranque infantil me deja esa sensación de mar en calma tras la tormenta...
...mañana acaba noviembre...
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