domingo, 4 de mayo de 2008

"...no dejes de viajar en tranvías y trenes

...y vuélveme a besar como lo hacías..."
...serena, disfrutando en diferido del sabor dulce de la bebida blanca aderezada con limón, de la noche en la que el mundo se paró y no quise apearme, de esos minutos de ojos cerrados sabiéndote con la mirada clavada en mi nuca, mientras los pocos mechones rubios que enmarcan mi rostro bailaban entre rayos y centellas, con las manos en los bolsillos, y tú, unos metros por detrás, repasando mi cuello, orgulloso de verme delante, siempre la primera...
...sintiéndome en casa a ratos y una extranjera cuando los demás bailan y yo les miro desde dos palmos más arriba, sin acertar en una frase inteligente que me devuelva al mundo de los otros, en la ciudad donde los artistas pasean por la calle a la hora del café...
...nos sorprenden 37º en una cuesta empinada que subo con facilidad, tal vez demasiado deprisa, y si me paro sé que perderé el tren, como tantas otras veces, pero no me importaría quedarme en el andén viendo como se escapan los vagones...

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