sábado, 13 de diciembre de 2008

suddenly you

...toda la casa huele al jabón de la ovejita...toallas y jerseis de varios colores decoran las superfícies planas que he podido rescatar a la colonización de los papeles...la casa huele a jabón de lavar a mano y es un olor de infancia, un aroma limpio...parecerá tonto pero ahora en esta casa se respira un ambiente tranquilo, el que le da la ropa recién lavada en agua fría...

...hoy he pasado una mañana atípica...no he puesto el despertador, ni he salido a entrenar...he desayunado sólo una vez, sentada tranquilamente frente a la ventana, disfrutando del cielo de Barcelona, que hoy luce amenazadoramente sereno...miel en el té y galletas con chocolate...sin prisas...he lavado la ropa y la he extendido con cuidado, prenda por prenda, alisando todas las arrugas...me he pintado las uñas y he buscado aquellos pendientes que me regalaste hace ya algunos cumpleaños...y se ha ido la mañana y sigo respirando esa paz que acontece sólo en los días extraños...hoy es sábado, y por primera vez en mucho tiempo escucho una canción que me pone la piel de gallina, una canción que brota desde el panal y que habla de los amigos que no pueden salvarte...

...hoy pienso en ti, mi pequeño gran error, y te perdono por todo lo que pasó aquella fría mañana en la pared...y también me perdono a mi por culparme durante años de lo que ningún destino pudo evitar, me perdono por haber alargado los brazos para pararte cuando volaste cerca de mi...hoy simplemente agradezco mi instinto de supervivencia, mi cobardía en todo caso, el impulso que me llevó a empotrar mis dos últimos aperos en una fisura minúscula, a pasar el cordino de la bolsa de magnesio por un puente de roca virgen...hoy repaso cada movimiento e intento ser fría y comprender el por qué de las cosas...hoy, simplemente, acepto que no era nuestro día aunque para mí sí lo fuera en cierto modo...hoy siento un extraño cosquilleo en las puntas del meñique y el anular y no sé si me asusta o me emociona...

...la casa huele a ropa recién la lavada y respiro despacio, me acaricio las manos y dejo que fluyan las lágrimas sin intentar detenerlas, porque ya no es un llanto histérico ni doloroso, sólo dejo escapar el agua, sólo dejo escapar la amargura...y me quedo aquí, sentada, con el mar a lo lejos y el abrigo de una canción, "esperando un gran desastre que nos una"...

...hoy pondré el árbol de navidad, lo decoraré en rojo y dorado, y te esperaré para colgar las luces...

No hay comentarios: