sábado, 14 de junio de 2008

¿y si te digo...

...lo mucho que añoraba esta sensación?...te reirías y me revolverías el pelo...

...me acurruco desnuda en la cama y busco una postura cómoda...las heridas me escuecen e intento reprimir el deseo de rascarme...del otro lado el roce de las sábanas es molesto también...al final me cubro los brazos y cierro los ojos, saboreando otra pequeña victoria personal, recordando cada segundo de sonrisas tontas sintiendo que funciono como a mi me gusta funcionar...me quedo dormida sin darme cuenta y lo último que oigo en mi interior es "no más myolastan"...

...hay lecciones que aprendes una vez y son para siempre...hoy podría haber seguido y sabes que la tentación ha estado ahí...antes no había límites escritos...ahora, antes de empezar, miro esas páginas que he escrito a mano, para recordarme que soy yo la que marca los tiempos...escribir a mano personaliza las cosas...no es lo mismo que una hoja impresa, que la podría haber escrito cualquiera...cuando veo las palabras y los números trazados de mi puño sé que eso que está ahí escrito es lo que yo he decidido que sea...hoy, como cada día, he abierto la libreta, y estaba ahí, 32 minutos...y cuando estaba en el 30 he deseado ignorar el reloj y hacer 32 más...y de repente me ha venido una imagen a la cabeza, una imagen que tiene ya unos años, la imagen de lo que no quiero, la imagen de una bañera con el agua hirviendo a la que me llevaste en brazos tras ver como mis piernas daban botes en la cama sin atender a la cabeza durante una hora, la visión de mi misma desnuda y llorando dentro del agua sin poder dejar de temblar, bebiendo a pequeños sorbos lo que en aquél entonces me supo amargo aunque no lo fuese, porque no me entraba nada en el cuerpo...hoy me he parado en el 32 con la sensación de poder 64 al mismo ritmo, y sé que puedo hacerlo, pero no hace falta probarlo cada dos por tres para saber que soy capaz...el otro día me dijiste "es que no aprendes" y ahora te digo que sí he aprendido a controlar ese animalito que intenta desbocarse...tengo las riendas...y no veas lo bien que sienta acabar cuando todavía no estás cansado...

...hoy te dedico esta pequeña victoria, a ti, que aguantaste tantas y tantas noches sin dormir, que supiste quererme cuando sólo quería destrozarme, que me diste tantas lecciones sin pronunciar palabra, que dejaste que probase el lado más amargo sabiendo que iba a sufrir, pero con la sangre fría del que sabe de lo que habla y te deja tocar fondo, eso sí, manteniéndose cerca...es ahora, con el tiempo, cuando vuelvo a ser yo, que entiendo tantas y tantas cosas que entonces no tenían sentido, y que, ahora, sigo rescatando para entender cómo se llega, por qué se llega, y, lo más importante, que los que llegan contigo a pesar de todo, es porque te quieren de corazón...

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