el límite físico

...pienso en que, a veces, vivir se asemeja bastante a una carrera de ultrafondo aderezada con pruebas de habilidad y decorada con algún que otro barranco y salto de agua...pienso en que cada día que pasa es más fácil que la cabeza te juegue una mala pasada y el cuerpo se derrumbe, quizás en el tramo más llano...pienso en que esta carrera ya está durando demasiado, y que poco a poco van cayendo los participantes...también pienso en que, a pesar de que toda la gente que te quiere intenta animarte y te presta su abrazo, únicamente te dan un respiro durante unos segundos efímeros...empiezo a notar el cansancio, la falta de aire, el dolor físico y mental que he ido apartando durante muchos meses...en realidad también lloro, ¿sabes? y también me hundo, y también quiero cerrar los ojos, ignorar lo que se va sucediendo sin control a mi alrededor, sin que pueda hacer nada por cambiarlo, porque, aunque quiera, aquí soy espectador y participante, acompañante y protagonista...he intentado que no me afecte, o que me afecte lo justo...y al final, me doy cuenta, de que puedo perfectamente con lo mío, que en el fondo, cuando las cosas dependen de mi esfuerzo o de mi suerte, no tengo problemas con aceptarlo y salir adelante...miro a mi alrededor y me siento impotente, intento sonreir con calma, repasar cada centímetro de mi cuerpo y convencerme de que voy a estar, una vez más preparada para todo...pero ahora empiezo a estar cansada...Gloria me habló una vez del límite físico, y entonces yo escuchaba con incredulidad de post-adolescente cuya única preocupación era darle 28 horas al día...y el cuerpo aguanta y aguanta y de repente, sin aviso, explota...y el mío lo hace así porque tengo la cabeza bien entrenada para la larga distancia, y esa parte del cerebro donde reside la señal de alarma tiene ese seguro de emergencia que bloquea los pensamientos negativos, que bloquea el dolor mental, que incluso es capaz de bloquear el dolor físico...pero aunque no me haya permitido ni un asomo de debilidad, lo cierto es que empiezo a estar cansada y empiezo a sufrir...o tal vez llevo así algún tiempo y lo he ignorado, buscando en los esfuerzos un motivo razonable para estar cansada, en los excesos un motivo razonable para sentir dolor...
...se acumula la vida, se suceden las etapas, sigo aquí y me preparo para lo siguiente...