miércoles, 24 de septiembre de 2008

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...a veces te equivocas...el problema es que no lo sabes hasta que es demasiado tarde...

...supongo que me iba mejor cuando era una persona totalmente fría y aséptica, inmune al cariño y alérgica a las relaciones interpersonales...el gran error viene donde siempre...en abrir el corazón, en confiar, en dar sin reparos, en aguantar despierta porque alguien te necesita, en responder a unas exigencias, en cuidar a quien viene a ti...

...me equivoco cuando soy yo y prefiero ser la otra, la de la máquina en el pecho que sólo hace tic-tac y funciona sin sobresaltos...

...ni una lágrima más...lo siento, huyo a refugiarme al lugar del que nunca debería haber salido...

3 comentarios:

__ dijo...

Aunque suene presuntuoso, te equivocas totalmente. Te queremos cuando abres el corazón, lo que pasa es que creemos que nos necesitas menos.

Todas mis cerillas ardieron para calentar tu frialdad y para neutralizar la histamina de tu alergia y seguramente se apagaron sin conseguir su propósito, pero volvieron a arder espontáneamente cuando te vieron brillar porque volvías a confiar.

A mi me gustan las lágrimas y no me gusta que huyas.

Besos para que no te equivoques de Ignacio

__ dijo...

Y sé que yo soy una mera comparsa, y me gusta, pero creía necesario explicártelo.

Elyse dijo...

gracias por estar ahí...de corazón...