ideas ideas ideas

corren contra el reloj y yo les miro y fantaseo con lo que deben estar pensando, aunque sé que no piensan en nada, tal vez sólo escuchen su voz interior marcando un ritmo, tal vez a lo lejos oigan que alguien les grita más más más, aunque el coche está a penas a unos metros, nadie delante a no ser que seas una flecha, nadie detrás a no ser que tengas un mal día...
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leo y me doy cuenta que no soy inerte al dolor ajeno, quisiera decirte algo que te reconfortase y no me atrevo, tampoco sé qué decir, no soy de las que aciertan con las palabras...quisiera ser como los autores de esos libros manoseados que colman mis estanterías, encontrar una frase corta que lo dijese todo sin metáforas rebuscadas, con palabras sencillas de esas que sólo duelen el segundo que tardas en recorrer con los ojos la tinta negra sobre blanco...
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me desperezo, dolorida y cansada, y solo sueño en despertar en tus brazos, darte un beso de buenos días y romper la barrera del espacio, escuchar el viento aullando tras los cristales y saber que aunque haga frío, el calor del hogar y de lo conocido hará que no tiemble cuando salga de la cama...
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cuento los puntos que decoran estas ideas y me asombro de que sean siempre los mismos, trece puntos, trece, como mi día, como mi fetiche, como lo que algunos consideran mala suerte y a mi me gusta, voy al revés y me gusta, tiendo los calcetines desparejados y meriendo los restos de la cena, que son más que un desayuno, es lo que queda en esta casa cuando se van los amigos, migajas de charlas e historias y de fotos y de beber pociones de supermercado, con los de siempre y con los nuevos que ya son tan familia como los de siempre...