lunes, 11 de febrero de 2008

Mejor me río...

Ha sido una semana dificil, acéptese el eufemismo...empezó con sueño y cansancio acumulado tras haber hecho el indio por ahí, pero pasó el lunes y sobreviví...el supermartes, como no podía ser de otra manera, empezó mal, y anduve como en el limbo durante el resto del día, conversaciones duras y broncas aparte, y con el aderezo de enterarme que V., la persona en la que había canalizado mi odio durante años había tenido un accidente, pero el martes pasó, y sobreviví. Amaneció el miércoles con una llamada de esas que no te esperas y que adelantan lo que esperabas lejano, puse en marcha la cadena telefónica y empezó el ayuno...un momento de lo que pensaba era lucidez me obligó a postear, ahora sé que fue un error...pero sobreviví también al miércoles...del jueves casi no me acuerdo, pero como estoy aquí no debió ser un mal día...porque sobreviví también. El viernes murió V. y lloré, por fin pude llorar...el peor final para el peor guión, pero pude llorar y eso me hizo sobrevivir al viernes también...y al llegar a casa decidí apagar el móvil y lo metí en un bolsillo...y me desnudé y puse la ropa en el cesto de lavar...y el sábado miré mucho al cielo, y me enfrenté al espejo y puse la lavadora...y sobreviví al sábado y vi amanecer el domingo y saqué el móvil de la lavadora y lo desmonté, y lo puse a secar...y esta noche lo he vuelto a montar, pero encenderlo no ha hecho más que propinarme la puntilla final al comprobar que la llamada que esperaba nunca llegó, y que no leí un mensaje importante, y te he estado llamando y no lo has cogido...y ha pasado el domingo, y, ahora que ya es lunes, sobrevivo. Y casi que después de haber acumulado en una semana muchos puntos, mejor me río, y espero que no estés enfadado conmigo...La conclusión de todo es que el cuerpo se cura. Y el alma se cura también. Y, a pesar de las cicatrices, tanto del cuerpo como del alma, sobrevivo.

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