miércoles, 5 de noviembre de 2008

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...te estuve esperando en el frío...te estuve esperando durante dos largas horas y no llegaste...al final, decidí cerrar los ojos, dar media vuelta, dejarme llevar por el sueño...

...tenía las manos heladas...los bolsillos ya no son suficientes...un alter ego, un juguete...

...te estuve esperando, y hacía frío, y tenía las manos heladas, y el sueño me vencía...te estuve esperando y no llegaste...

...apunto nombres y fechas y citas...los apunto en las esquinas de los papeles importantes, que luego en realidad no lo son tanto...inevitablemente muchos de esos papeles acaban hechos una pelota en el fondo de la basura...esta mañana escribí un nombre con rotulador azul en una esquina de un papel importante...con rotulador azul como el corazón de la nadadora...en ese folio juegan a tirarse de cabeza algunas frases sueltas que en realidad iban a ser un poema...pero hoy no tengo ganas de rimas mediocres...

...me apetece hablarte sin acabar las frases, dejando que adivines el final...me apetece...hablarte...

2 comentarios:

__ dijo...

...me apetece leerte... a pesar del frío y el sueño y a pesar de la inconsciencia que me producen tus palabras, me gusta liquidar el hoy con tus sinsentidos... a sabiendas de que tus versos son escasos en la frecuencia y en la proporción, a pesar de comentar sin que acabes las frases y sin querer ser el destino.

Buenas noches, Ignacio

Elyse dijo...

a veces me pierdo en mi propio laberinto...y a veces no quiero encontrarme...sigue leyendo, las incógnitas forman parte de la historia, no me gusta escribir finales...lo bueno de un cuento es que después de la última frase te quede el regusto agridulce de saber que la trama sigue abierta...imagina el final, las soluciones propias suelen ser más acertadas y benevolentes...