sábado, 17 de mayo de 2008

buenas noches

...conducía rápido, como siempre...no lo puedo evitar...no sé por qué fui frenando, hasta pararme a escuchar, en un sitio prohibido...una nudo enorme en la garganta, la mano asiendo el cambio, la mirada fija en la lluvia...una a una, cada palabra ardiente fue tejiendo un manto en ese lugar helado que habita entre el ombligo y la garganta, desplazado ligeramente hacia mi lado malo...siguieron trece parpadeos, algunos húmedos, otros, simplemente hirientes...entonces supe que tenía que volver a casa...



...cada vez que te veo bien, sé que no durará...

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