Elyse

Mis queridos lectores:
En el hueco destinado al perfil no he sido capaz de sintetizar una biografía por falta de espacio, así que aprovechando que esto no es un fotolog y por tanto se puede publicar un millon de veces al día, lo haré aquí.
Partiendo de la base que soy un gato, habrán deducido que me alimento básicamente de comida enlatada y bebidas en brick, aunque como todos los gatos de colores incluyo en mi dieta bebidas alcohólicas y happy meals. Cuando me siento culpable por tanto abuso y veo que mi panza me impide subir hasta lo alto del tejado, me humanizo y como lechuga y pechuga...también mucho arroz, de ahí las letras chinas que ilustran mi perfil...
Como todos los gatos tengo siete vidas...y aunque los humanos piensan que lo lógico es muerte y resurrección (especialmente los católicos, aunque también aquellos que creen en la reencarnación), la realidad es que las vidas gatunas discurren paralelamente, a veces abandono una para centrarme en las seis restantes (los gatos somos así de raritos, no dejamos seis para quedarnos con una), y la mayoría del tiempo vivo mis siete vidas a la vez, por eso los lugares, fechas y personajes de mis relatos a veces se confabulan para cruzarse, pero la atemporalidad de la vida gatuna mezlada con los sueños coloristas no presta atención ni a relojes ni a calendarios...si alguno de ustedes se cruza con un gato observe atentamente sus orejas, los agujeros le indicarán cuántas vidas lleva...el resto de pearcings no son más que bonus y adornos...
Entre mis aficiones tumbarme al sol, por supuesto, aunque casi consumo una vida gracias a los rayos ultravioleta, pero una fantástica mutación de color me regaló un impermeable negro que hace rebotar tan dañina radiación...también pasear y mirar ciudades desde los tejados, reunirme con el resto de gatos y maullar...en mis días de gato rosa ronroneo y me desperezo con calma, en los días de gato azul recorro ciudades en busca del rincón escondido...
Los gatos somos animales cariñosos por naturaleza, pero no nos gusta que nos mareen...si nos incordias demasiado tendemos a salir huyendo lo más rápidamente posible...y si intentas agredirnos arañamos con fuerza...pero también somos una compañía silenciosa y benévola si nos tratas con dulzura y respetas nuestro espacio...
Nos gusta jugar con ovillos de lana y a veces incluso somos capaces de tejer un jersey...
Por último, en la sociedad gatuna no hay psiquiatras, por eso escribimos en lugares como este...