lunes, 22 de junio de 2015

alud

...la montaña te lo da todo y, a veces, te lo quita todo también...
...hoy he pensado en todo lo que se hunde sin remedio y queda sepultado bajo el agua, bajo el hielo, bajo el adiós...

...me enamoré de ti cuando no eras más que un chico con una guitarra...o tal vez eras más cosas ya, pero yo no lo sabía...y claro, ni te fijaste en mi, supongo que ya jugabas en la liga de lo importante...yo no era más que una niña que no se atrevía a mirarte a los ojos...seguramente dijiste algo gracioso y yo no lo entendí...como siempre, en mi pequeño mundo ignorante, no cabían muchas más cosas que una cerveza grande y un tímido tarareo circense y liberal...puede que ahora seas más de lo que eras entonces, o tal vez es que ahora yo lo sé...pero sigo viendo al chico que tocaba la guitarra y explicaba chistes que yo no entendía...y en estos días raros te miro a los ojos y quiero abrazarte, y decirte que estoy contigo en lo importante, en los días oscuros, cuando nos llueva barro encima y cuando tengamos que remar a bordo de la balsa de piedra...y estoy contigo en lo importante, en los días de sol y sonrisas, en las mañanas perezosas y en el tiempo que nos huye...y si me cuesta mil lágrimas, que sean bien saladas, porque cuando se evapore el agua, la sal retendrá el recuerdo, y podré seguir enamorada del chico que tocaba la guitarra y decía cosas graciosas que yo no entendía...

No hay comentarios: