...y me quedé despierta, escuchando canciones de otros años, ojeando libros que ya he leído y mirando de reojo el reloj...pasaron las horas y la ciudad se fue apagando, primero se dejaron de escuchar los motores de los coches, luego la televisión del vecino, luego se apagaron una a una las luces de las casas del barrio...
...me quedé despierta y quería llorar, y no pude derramar ni una lágrima...
...y se hizo de día, y volví a ponerme el disfraz de fuerte, y salí a la batalla, como tantos otros días...
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2 comentarios:
No es un disfraz, eres fuerte.
Letras con fuerza, llenando de emoción esos resquicios inhabitados
de nuestra alma...
La fuerza de una voz escrita...
Un abrazo...lleno de fuerza...
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